Imhotep en bronce, Louvre Museum. Imagen cogida de Wikipedia.
Conocido por ser arquitecto y visir del rey Zoser en la III dinastia, Imhotep es el comienzo de la arquitectura monumental en piedra. Además de constructor de gran envergadura, era sacerdote, médico del rey, mago y escritor. Fue un personaje fuera de lo común, y posteriormente venerado por generaciones como una divinidad.
Entre sus obras más importantes destacan el conjunto funerario de Zoser, en Saqqara.
La estructura que se erguía era una forma nueva que se ha seguido a lo largo de varios estadios experimentales, desde la mastaba rectangular de piedra y techo plano, hasta la pirámide final de seis pisos que tenía una base de 126 x 105 m y alcanzaba una altura de 61 m. Su condición de sacerdote de un templo dedicado a Re, el dios solar, estaba familiarizado con las creencias funerarias relacionadas con la partida del soberano al Más Allá. Así se concibió la pirámide, como una metáfora de la ascendencia del rey hacia el cielo. Aunque en la mastaba se colocaban bloques en hileras horizontales, el cambio a una construcción elevada introdujo un nuevo método en el que se añadían sucesivas capas de mampostería en torno a un núcleo central con hiladas inclinadas para que la presión se ejerciera hacia dentro. La técnica también se puede ver en la pirámide de Zawiyet el Aryan, y la pirámide de Meidum. La idea de una construcción elevada condujo a una búsqueda de posibilidades de estabilidad en la edificación en piedra. Imhotep adaptó medios que se habían desarrollado en mampostería y estableció un principio para el manejo de la piedra a gran escala. La cámara funeraria subterránea de granito rojo se encuentra bajo un laberinto de corredores decorados con relieves del soberano y con baldosines de liza azul imitaba las construcciones de la época predinástica. En torno al monumento funerario de Zoser, los edificios que se erigieron imitan una gama de todo tipo de edificios que hasta entonces se habían construido con materiales ligeros. El conjunto arquitectónico tenía una función religiosa, como enclave en piedra eterna al culto funerario del faraón. La fiesta denominada sed, celebra la renovación y vitalidad del monarca, vinculando el rito a la pirámide.
Uno de los aspectos más importantes de la obra de Imhotep es el uso que hace de las formas vegetales. Son imitaciones en piedra de elementos arquitectónicos ya usados hacía tiempo. En la entrada de la pirámide, el corredor interior, con el techo de losas de piedra, tiene a cada lado veinte columnas protodóricas adosadas que conducen a un patio. Las columnas están unidas a los muros principales por otros perpendiculares donde se forman nichos destinados a colocar estatuas del soberano representado como Señor de Egipto. El nombre de Imhotep está grabado al pie de una estatua. Por otra parte las columnas de papiro engranadas en el edificio norte, el fuste posee una sección triangular característica de la planta. Las columnas acanaladas parece representar el uso de algún junco, su capitel alto y esbelto posee proyecciones colgantes a modo de hojas en el vértice. Estas columnas aflautadas se utilizaron en la fachada de los edificios septentrional y meridional y en los santuarios del patio del Heb-Sed. Carecen de todo adorno en el lugar donde sostienen el bloque de imposta y están provistas de basas redondas. El conjunto está rodeado por una muralla de dos kilómetros de perímetro.
Entre sus obras más importantes destacan el conjunto funerario de Zoser, en Saqqara.
La estructura que se erguía era una forma nueva que se ha seguido a lo largo de varios estadios experimentales, desde la mastaba rectangular de piedra y techo plano, hasta la pirámide final de seis pisos que tenía una base de 126 x 105 m y alcanzaba una altura de 61 m. Su condición de sacerdote de un templo dedicado a Re, el dios solar, estaba familiarizado con las creencias funerarias relacionadas con la partida del soberano al Más Allá. Así se concibió la pirámide, como una metáfora de la ascendencia del rey hacia el cielo. Aunque en la mastaba se colocaban bloques en hileras horizontales, el cambio a una construcción elevada introdujo un nuevo método en el que se añadían sucesivas capas de mampostería en torno a un núcleo central con hiladas inclinadas para que la presión se ejerciera hacia dentro. La técnica también se puede ver en la pirámide de Zawiyet el Aryan, y la pirámide de Meidum. La idea de una construcción elevada condujo a una búsqueda de posibilidades de estabilidad en la edificación en piedra. Imhotep adaptó medios que se habían desarrollado en mampostería y estableció un principio para el manejo de la piedra a gran escala. La cámara funeraria subterránea de granito rojo se encuentra bajo un laberinto de corredores decorados con relieves del soberano y con baldosines de liza azul imitaba las construcciones de la época predinástica. En torno al monumento funerario de Zoser, los edificios que se erigieron imitan una gama de todo tipo de edificios que hasta entonces se habían construido con materiales ligeros. El conjunto arquitectónico tenía una función religiosa, como enclave en piedra eterna al culto funerario del faraón. La fiesta denominada sed, celebra la renovación y vitalidad del monarca, vinculando el rito a la pirámide.
Uno de los aspectos más importantes de la obra de Imhotep es el uso que hace de las formas vegetales. Son imitaciones en piedra de elementos arquitectónicos ya usados hacía tiempo. En la entrada de la pirámide, el corredor interior, con el techo de losas de piedra, tiene a cada lado veinte columnas protodóricas adosadas que conducen a un patio. Las columnas están unidas a los muros principales por otros perpendiculares donde se forman nichos destinados a colocar estatuas del soberano representado como Señor de Egipto. El nombre de Imhotep está grabado al pie de una estatua. Por otra parte las columnas de papiro engranadas en el edificio norte, el fuste posee una sección triangular característica de la planta. Las columnas acanaladas parece representar el uso de algún junco, su capitel alto y esbelto posee proyecciones colgantes a modo de hojas en el vértice. Estas columnas aflautadas se utilizaron en la fachada de los edificios septentrional y meridional y en los santuarios del patio del Heb-Sed. Carecen de todo adorno en el lugar donde sostienen el bloque de imposta y están provistas de basas redondas. El conjunto está rodeado por una muralla de dos kilómetros de perímetro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario